lunes, 23 de junio de 2014

Espacio 1: Troika

Espacio 1: Troika

Serie: One Piece
Ship: Kidd x Luffy x Ace
Advertencia/genero: SciFi, AU, yaoi, trió. 

En algunas colonias espaciales el concepto de día y noche no existían. Este era el caso de los hoteles que se encontraban en el Nudo Central. El cual se ubicaba en medio de cuatro galaxias y las estrellas que se podían observar en realidad eran galaxias distantes. La oscuridad del vacío era llenada por los campos electromagnéticos que dejaban atrás las estrellas en las galaxias. Estos campos eran reflejados como pequeños destellos de auroras por los grandes cristales que conformaban el complejo de varios niveles en donde los viajeros se reunían con distintos fines: negocios o tal vez viajes de placer hacia uno de los cuatro planetas que conformaban el Imperio Irken. 

Luffy se encontraba recargado en el gran cristal viendo como la gente pasaba. Desde que se había convertido en el Rey Pirata de Durarara todo se fue transformando en trabajo y más trabajo. Ahora que había logrado su propósito se sentía vacío… algo faltaba en su vida. Tal vez algo como lo que sus padres tenían… una familia. Tonterías, sus amigos eran su familia. 

- ¿Tú eres Monkey D. Luffy? – Pregunto un extraño con sombreo blanco y puntos negros. 
- ¡¡Hai!! – Contesto un alegre Luffy. Podría ser que su trabajo fuera un dolor en el culo pero valía más disfrutarlo aunque fuera un poco. El prefería zarpar y encontrar aventuras en las distintas colonias espaciales junto a sus amigos. Eso de ser serio definitivamente no era lo suyo. 
- Ju. No me pareces el tipo de persona que me han contado que eres. No creo que este trato funcione… 
- Por esa razón he venido hasta aquí. Creo que al menos me merezco una explicación… 
- ¿Has venido hasta aquí sin saber de qué se trata? ¿No te enviaron un mensaje? 
- Eto… - Luffy era distraído por naturaleza… no recordaba nada del mensaje más que la dirección y esto porque Nami dijo que lo llevaría pues podría ser una gran oportunidad. Seguro y veía la ocasión de robar dinero por montones… El extraño volvió a suspirar. 
– Esta bien, te explicare lo que decía el mensaje: - y de memoria recito - “Debemos plantearnos una unión entre piratas para salvaguardar nuestros intereses ante el avance de la Marina Intergaláctica y la Policía Interplanetaria. Discutiremos la troika entre los Supernovas en el Nudo Central…” – Luffy lo veía con cara de aburrimiento… 
- ¿Estas escuchando? 
- Aah… no. 

El extraño de gorra de panda se empezaba a desesperar con Luffy. No podía creer que un individuo como aquel chico fuera uno de los Supernovas de las cuatro galaxias conocidas. Empezaba a cuestionarse si no se había equivocado de persona… En ese momento llego un sujeto más alto que aquellos dos, de cabello rojo y esparcido, solo unos google en la frente los sostenían. Una gran sonrisa maliciosa le hacia compañía, sus labios pintados de negro y una chamarra negra que tenía abundante y rebelde faux fur rojo en el cuello. 
- ¿Law? – El chico de gorra de panda afirmo con la cabeza 
- ¿Luffy? – El pelinegro ignoro la pregunta del pelirrojo, se había distraído de nueva cuenta con el brillante vacío… 
- ¿no crees que nos equivocamos de persona? – pregunto Law 
- No lo creo… he visto sus fotos en la Red 
- Podría tener un hermano gemelo… - No según mis fuentes… El pelirrojo tomo de la mano a Luffy para sacarlo de sus pensamientos y cuando este volteo le dijo – Ven con nosotros, tenemos un trato que cerrar – Luffy se le quedo mirando. No desconocía a ambos sujetos, pero era extraño mirarlos de frente. Creyó que el día que los encontrara seria en una pelea por su territorio… 

Luffy no supo cuántos pisos arriba lo arrastraron. Entraron a una habitación lujosa en penumbra con sillones y alfombra, ambos de color negro. Una pantalla mural mostraba un oscuro pasillo medieval alumbrado por antorchas. No estaba mal, aunque Luffy prefería algo más moderno como los cyborg. Cuando Kidd cerró la puerta chasqueo los dedos, la luz ilumino generosamente la habitación y la pantalla mural se apagó, de ella no quedo nada, tan solo la pared blanca como las demás como si nunca hubiese habido alguna pantalla. 

- Esta es la primera vez que tengo el gusto de conocerte Mugiwara – dijo el pelirrojo buscando los ojos de Luffy y acercándose cada vez más – Tienes una cara muy linda – Un “¡eh!” sorpresivo dejo escuchar Luffy, algo le parecía extraño. ¿Dónde había escuchado eso? Boa. Sí, eso le recordó a Boa por un instante. 
- Ya deja al pobre chico y vamos al grano – se escuchó la voz de Law. No le extraña. Estaba acostumbrado a la actitud de Kidd. 
- Parece que tenemos un celoso ¿eh? 
- ¡Por supuesto que no! Acabemos rápido con esto que tengo prisa – Law se dirigió a tomar asiento en uno de los sillones y Luffy lo siguió… 

Discutieron por largo rato en qué consistiría la Troica: bases, condiciones, alcances, objetivos, itinerarios, reportes, acciones, protocolos a seguir, entre otros temas. Mientras tanto algunos de los tripulantes del Sombrero de Paja se divertían bebiendo. Robín leía tranquilamente un libro cuando un chico de pelo rubio se acercó – Oe… no imagine encontrarlos aquí… ¿Dónde está mi hermano? – Robín miro a todos lados 
– Ahora que lo dices… no lo he visto en un buen rato 
- ¡Hey! Mira lo que las olas electromagnéticas trajeron – un Zoro borracho se había metido en la conversación 
- ¿Has visto a mi hermano? Siendo de los Revolucionarios no podemos platicar muy seguido, así que… - Lo más seguro es que este con esos tipos raros… 
- ¡Zoro! – le advirtió Robín. Zoro la miro confundido. 
- Esos tipos raros, tu sabes – continuo Zoro sin hacerle caso a Robín – Supernovas… 
- ¡¡¿Queee?!! ¡¡Nooooo!! – Y ya que Robín era la más cuerda de todo el grupo se volvió a dirigir a ella - ¡Dime que Eustass no está con él! 
- Están los tres – dijo Zoro y luego volvió a beber largamente de la botella… 
Robín suspiro, ahora el hermano de Luffy lo sabía – ¿Por qué te preocupa tanto el hecho de que tu hermano este con ellos?... también es un Supernova y… - le dijo Robín 
- No lo entiendes… Eustass es conocido por acoso laboral… y… y ¡Luffy no es una especie común! ¡Es súcubo! 

Los súcubos y los íncubos eran originarios de Kamabakka pero a lo largo de los siglos se habían ido distribuyendo por diversas razones en los demás planetas que el Imperio Irken conquistaba. Ambas especies se alimentaban de los flujos y energía que provenía del acto sexual y se caracterizaban por tener varias parejas que satisficieran su apetito. A ninguno de los dos se les recomendaba tener sexo con cualquier persona por que una vez que empezaban a alimentarse no podían parar. La diferencia era que los íncubos iniciaban su vida sexual cuando encontraban a la primera de sus parejas destinadas. Los súcubos no encontraban a sus parejas, se enlazaban con las personas con las que tenían sexo. Enredaban a sus presas con su aroma como la red de una araña y los envolvían para después comer. Eso fue lo que Kidd desato en aquel momento… 

Una vez concluida la reunión Kidd se acercó otra vez a Luffy y al oído le dijo provocativamente – Nos veremos de nuevo pequeño… - Luffy abrió más sus ojos y se sonrojo. Law se disponía a abrir la puerta para retirarse cuando un sutil aroma llego a su nariz. Volteo buscando la fuente y cuando la encontró los ojos de Luffy se habían tornado blanco y se acercó a Kidd, besándolo demandante y fuertemente, dominando. Law perdió pronto la razón y sus pies lo llevaron junto a los otros dos. Se acercó a Luffy por la espalda mientras su boca se hacía del cuello del menor. Había caído en la telaraña. 

En otro lado del Nudo Central un preocupado Sabo caminaba entre los oscuros pasillos, alejado de la multitud y donde pensó que nadie lo escucharía, presiono una de las bolitas de su pulsera, acerco la muñeca a su boca y murmuro una clave. Existían muchas formas de comunicación en las cuatro galaxias, pero Sabo prefería aquella, era más discreta porque nunca sabias que computadora podría leer tus ondas cerebrales de comunicación. Sonó varias veces hasta que la señal encontró al receptor. 
- ¡Hola Sabo! ¿A que debo el honor de tu llamada? 
- ¿Dónde estás? ¿Crees que podrías llegar aquí en menos tiempo que C? 
- ¿Por qué la prisa? – pregunto extrañado Ace. 
- Tenemos un problema, se trata de Luffy – y pensó: pero temo que ya sea demasiado tarde. 

Kidd chasqueo sus dedos y las luces se apagaron, guió a empujones a Luffy y Law a su habitación. Una cama de finas sabanas negras esperaba por ellos. Tomo a Luffy de la mano y lo arrojo violentamente al colchón. Law se adelantó y antes de que Luffy pudiera incorporarse se arrojó sobre el besando su rostro, su boca, su cuello y bajando lentamente hasta que Kidd lo interrumpió y reclamo el lugar que le correspondía. Entre gruñidos y peleas por el cuerpo de Luffy, Law acabo debajo de los tres, Luffy sentado sobre él y Kidd empujo a Luffy, pegándolo aún más a Law y acariciando la entrepierna de Luffy mientras empezaba a desgarrar la ropa del menor al igual que Law… 

Varias horas después Sabo y Ace estaban frente a la puerta de la habitación Kidd. 
- ¿Crees que todo estará bien? 
- No lo creo – le contesto Ace a su hermano. 
- Nuestros padres nos van a matar cuando se enteren – continuo Sabo 
- Pero tarde o temprano tenía que pasar… Luffy ya está bastante grandecito 
- Lo sé, pero es tan ingenuo… 
- Después de todo es una Supernova… no creo que… 

Sabo interrumpió la charla que mantenía con Ace al echar la puerta de la habitación de Kidd abajo. Saco de su bolsillo una diminuta perla que al lanzarla flotaba cerca de ellos y los seguía mientras alumbraba el camino. Diviso una habitación abierta y al acercarse encontró tres cuerpos acurrucados. 
- Parece que se la ha pasado muy bien – hablo Ace 
- ¡¡Callateee!! – le regaño en voz alta Sabo. Aquello hizo que la alerta de Kidd y Law se encendiera. Como zombis se despertaron. Sus ojos brillaron en la oscuridad y auto reflejo Sabo cerro rápidamente la puerta del dormitorio que fue a travesada por el pico de un cuchillo. 
– Seria inteligente irnos – le dijo a Ace. 

 Cuando Luffy despertó vio la luz del día. ¿Cuánto tiempo había dormido? Seguro que sus padres iban a estar muy molestos por eso. Ya se imaginaba a su mamá gritándole y a su papá reprendiéndole mientras su padre ignoraba el hecho hasta que encontrara la forma de desquitarse. Sería un dolor de cabeza… De pronto su cabeza lo recordó. Hacía mucho que no pisaba el planeta Durarara. ¿Entonces de donde provenía la luz de día? Se levantó rápidamente y un dolor en su trasero recorrió todo su cuerpo - ¡¿Qué demonios?! 

Law estaba de pie observándolo, mientras el olor a café inundaba la habitación. Vestía como de costumbre. Su largo abrigo negro y su gorra de panda – Es la ambientación que Kidd le puso a la habitación… – dijo como si eso resolviera todas las dudas de Mugiwara – No es como si la idea fuera muy agradable pero parece que la hemos pasado genial. Arréglate, la comida está casi lista. – demando Law. 

Aunque en el espacio no existe la idea de tomar café en la mañana o en la noche siempre viene bien tomarlo antes de irse a dormir o después de despertarse. Lo mismo sucedía con la comida y las horas de sueño, cada quien programa su propio horario y dormían cuando era necesario o cuando se lo proponían. Sin embargo algo extraño estaba pasando en Luffy. No tenía apetito, se sentía satisfecho. Raro. 

Luffy se tomó su tiempo. Cogió fuerza y se paró de la cama. Debía tomar un baño. Ya antes había estado en aquel hotel intergaláctico y todas las habitaciones tenían el baño en el mismo lugar. Así que no se perdería. No entendía por que se sentía así. Además estaba pegajoso y había otro olor en la habitación que no era precisamente de café. Antes de entrar en el baño volvió a olfatear. Aquel débil aroma lo puso sensible. 

Cuando recordó Law y Kidd entraron a la habitación. Law rodeo la cintura de Luffy en un pegajoso abrazo. Un sonrojado Luffy vio como Law bajaba su mano lentamente hasta que consiguió acariciar su miembro. Kidd presiono a Law y este sin quitar su mano se dio vuelta, se arrodillo junto a Luffy y metió el miembro del menor en su boca. A su vez Kidd abrazaba a Luffy con una mano, tomaba uno de sus pezones con la otra y dejaba pequeños chupetones en el cuello de Luffy. La diferencia es que en esta ocasión Luffy estaba consiente – Pero… ¡aah!... ¿Qué…? ¡waaa!... ¿por…?... 

Paso un lapso de dos semanas terrestres. La tripulación del Sombrero de Paja empezaba a desesperarse. No pensaban dejar a su capitán en las garras de aquellos rufianes. Los hermanos de Luffy también seguían en el hotel, habían llamado a sus padres para darles la noticia de la indeseada unión de Luffy. Y horas antes habían llegado angustiados los tripulantes de Law y Kidd pidiendo noticias puesto que sus capitanes no se habían comunicado.

Kidd         x        Luffy        x         Law


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lunes, 9 de junio de 2014

Indefinido - cap 2-2

Tierra 2.2: Inframundo

Serie: Reborn
Ship: Hibari x Tsuna, Xanxus x Mokuro. 
Advertencia/genero: SciFi, AU, crossover, yaoi, poliginia.


A pesar de que en el siglo XXX no existían países, si existían vastos territorios gobernados por monarquías como el Imperio Irken y los Bajos Mundos. Ese era el caso del Inframundo que era fruto de la sobrepoblación que había en la Tierra en el siglo XXI.

Se encontraba bajo tierra y se creía que ocupaba cuatrocientos noventa y nueve pisos inferiores y uno superior, el cual era el que se encontraba en la superficie. La entrada se encontraba a las faldas de una montaña. El Inframundo había dejado hueca la tierra de los continentes y tan basta era en los cinco que estaba dividida en varias ciudades con sus respectivos Virreyes. 

Dentro de ella existían otras mutaciones, mayormente de humanos. Ejemplo de ello eran los vampiros que habitaban los pisos superiores. Los demonios y perros del infierno se encontraban en los inferiores. 

El Rey de los Pisos Superiores era Mokuro Tenía amplio poder en los primeros ciento cincuenta pisos superiores. Ni siquiera él era capaz de bajar más allá: a la tierra de los demonios donde su emperador era un tal Yuko (xxxHolic) que de acuerdo a los rumores que corrían era una hermosa emperatriz  mitad bruja y mitad demonio. Con el temor de tener que lidiar con levantamientos  Mokuro había asignado Virreyes de su confianza cada decena de kilómetros para evitarlos entre las ciudades que ocupaban su territorio.

Recientemente a su oído habían llegado los rumores de que la princesa irken había sido secuestrada. Al parecer tanto el Imperio Irken como las tierras del Bajo Mundo creían que la niña se encontraba en el Inframundo a merced de sus horribles habitantes. El sonrió… ante la incredulidad de las personas que desconocían sus tierras. 

Si la niña hubiera pisado el terreno no llegaría más allá de las faldas de la montaña. No podía tampoco sospechar de los Pisos Inferiores pues nadie salía de ellos más que embajadores y un puñado contando de comerciantes que siempre pasaban por su inspección. 

Su segundo al mando, Kaname (Vampire Knight) entro a su despacho donde deposito una carta de sello rojo. A pesar del tiempo aquella costumbre aún se usaba y es que en muchas ocasiones resultaba más seguro que la desmedida tecnología con la que se contaba.

- ¿Qué es esto Kaname?
- El Alfa Xanxus ha mandado este sobre con órdenes explicitas entregarlo a usted.

Si, allí en el escritorio se encontraba la carta de uno de sus más grandes enemigos, que aun sin conocerlo su rivalidad por los territorios era histórica y los pasados monarcas le habían transmitido y hecho parte de su vida. 

Bien podría ser una trampa aquel papel. Pero si ello fuera cierto no hubiera pasado por la seguridad del Aquelarre Principal. Así que se apresuró a abrirlo. Cuál fue su sorpresa al descubrir que pedía ayuda. Las tropas del Imperio Irken iban hacía su manada y en cuestión de días la destrozarían. Si la niña era encontrada no importaría por que el Imperio seguramente los haría esclavos para los laboratorios y suburbios humanos e irkens. 

Mientras tanto en los suburbios humanos Hibari disfrutaba de la tranquilidad de estar acostado en el techo de la preparatoria. Las nubes fluían lentamente y el cansancio lo invadió. Cuando pensaba en los problemas políticos de un Imperio en donde el solo era una hormiga de un hormiguero en la inmensa ciudad ¿Qué más podía dar? Nada podía hacer…

Cuando despertó el sol era rojo intenso. Lo amarillo del cielo y aquello indicaban el atardecer. Había escuchado que diez siglos atrás el sol al atardecer era rara vez de un rojo tan intenso y que el cielo del día era azul celeste. Ahora era azul claro y el blanco del horizonte un poco más extendido hacía el observador. 

¿Cuánto tiempo había dormido? Pensó bostezando mientras bajaba del techo y se dirigía hacia la oficina de prefectos. Hibari era un alumno intachable, con las mejores notas, capacidad de liderazgo, mando y un buen deportista. Por eso lo habían escogido a pesar de su indiferencia por las cosas. Tenía veinte años y se encontraba aún en la primaria. 

No era de extrañar. El sistema de educación había sufrido muchos cambios. Ahora los niños humanos salían a la escuela a partir de sus cinco años y cada etapa escolar comprendía diez años, de tal forma que el Kinder se estudiaba hasta los quince, la primaria hasta los veinte y cinco, la secundaria hasta los treinta y cinco y la preparatoria hasta los cuarenta y cinco. Seguramente aquello había sucedido por que los humanos habían alargado su tiempo de vida, suponía Hibari.

El alta voz de la escuela sonó: “prefecto Hibari, favor de presentarse en la dirección”… allí estaba el sonido que auguraba que algún alumno había infringido alguna regla escolar y lo pondrían a el de niñera. Sabía que solo le traería problemas aceptar aquel puesto y que no debía haberlo aceptado. Sin embargo le encantaba la sensación de poner todo en orden. 

En la oficina de la directora…
- Pase, pase… puede tomar asiento.
- Gracias – le dijo Tsuna mientras hacia lo indicado
- Entonces de acuerdo a su expediente usted solicita un intercambio ¿cierto?
- Así es… tuve algunos problemas en la escuela a la me traslade – mintió Tusna – y mis padres están aquí por negocios, por eso decidí reincorporarme a esta escuela, claro, si usted está de acuerdo. 

No quedaba otra más que mentir piadosamente. Aunque era cierto que Tsuna había estado en esa escuela en sus primeros años de primaria, pero sus padres adoptivos se deshicieron de él de la peor forma al saber que no era humano…

Tsuna escucho que la puerta se abrió a sus espaldas mientras la directora daba un discurso sobre las normas de la escuela y el intentaba no dormirse. Habían sido unos días con mucha presión. Por un lado, estaba preocupado por el reino de los Bajos Mundos y  otra por Xanxus…

De pronto una fresca brisa entro por la ventana. Tsuna lo agradecía, eran días calurosos… y de repente un olor agradable y esquicito entro por su nariz… y aquella conocida sensación lo embriago, tan similar a cuando conoció a Xanxus. No provenía de la vieja directora… eso no sería lindo. Volteo rápidamente buscando a la persona que acaba de entrar, debía provenir de ella. Y lo encontró…

¿El prefecto Hibari seguía en aquella escuela después de tres años de ausencia? ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Igual y era porque nunca estuvo tan cerca de este… ahora lo peor estaba por venir. Hibari era humano.

- ¡Oh vaya, que descuido! Deje le presento al prefecto Hibari. Él le guiara por la escuela y le dirá aquello que cambiara en estos años. 
- ¿Entonces este alumno… - hablo Hibari con voz profunda y dura – no ha infringido normas?
- Lamento decirle que no – le espeto la directora. 

Tsuna tenía que controlarse, debía controlarse, no importaba el hecho de que Hibari fuera su pareja también. Si alguien descubría que Tsuna no era humano estaría en peligro. Y si a ese hecho le sumaba que era la pareja del lobo alfa, tanto él como Hibari estarían en riesgo. 

Mientras tanto Xanxus y Mokuro llegaban a un terreno que se había declarado neutral. De aquel encuentro dependía la vida de la manada de Xanxus… Mokuro pensaba igual, si el Imperio Irken conquistaba los Bajos Mundos seguramente seguiría hacia el Inframundo. 

Aquella tarde dos hombres se encontraron. La tensión se acumuló. Se presagiaba guerra. Se miraron fijamente, vigilándose mientras se acercaban cautelosamente. Iban armados y sus soldados a lo lejos y a sus espaldas esperaban por una respuesta. Mokuro pensó que el alfa era fornido y apuesto. Parar Xanxus el vampiro le pareció apetecible y sus ojos un misterio que le retaba. 

- Así que tú eres el lobo alfa – afirmo Mokuro. – Un gusto conocerte.

Todo comenzó cuando Xanxus aspiro aire para no perder la paciencia hacía el tono burlón del vampiro y en ese momento una fragancia increíble le lleno los pulmones - ¡Esto no puede ser posible! – dijo Xanxus. Y el vampiro sonrió.


Mokuro              x                    Hibari              x               Tsuna              x              Xanxus


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escala kardashev

La Escala de Tipos de Civilizaciones de Kardashev





Planeta verde hecho por Sweetie187

Seamos francos, tenemos ya suficientes desastres en el planeta Tierra: guerras, inundaciones, epidemias, pobreza, destrucción del medio, Justin Bieber… Pero también tenemos cosas que van bien para nosotros: las misiones en Marte, el Bosón de Higgs; y otras en proyecto: el Motor Deformador, capas de invisibilidad… ¿Cómo podemos comparar los inspiradores y emocionantes descubrimientos científicos con la destrucción y el caos? Tenemos una lista siempre creciente de catástrofes, paralela a una marcha incansable hacia la perfección tecnológica. Teniendo en cuenta estos horrores inimaginables y estos magníficos avances, ¿cómo podríamos medir nuestro estatus como civilización?

Una de las maneras más fáciles de responder a esta pregunta es formando una escala que nos permita medir científicamente nuestras habilidades tecnológicas en comparación con nuestras posibilidades tecnológicas. O en términos más sencillos, que nos permitan medir nuestra genialidad con la genialidad total posible. Afortunadamente, hay varias maneras de dirigir estas mediciones. Una de ellas es la “Escala de Kardashev”.

Esencialmente, para medir el avance de una civilización (o cuán genial es), la escala de Kardashev se centra en la cantidad de energía que dicha civilización utiliza. En teoría, ésta cantidad de energía disponible para una civilización está conectada a la extensión de la misma (si esta ocupa un planeta, una galaxia o un universo entero).

En 1964, el astrofísico ruso Nicolai Kardashev formuló, mientras buscaba signos de vida extraterrestre en señales cósmicas, la teoría de que los avances tecnológicos de una civilización corresponden a la cantidad de energía que es capaz de producir. Esencialmente, el estatus de una cultura como conjunto, está unida a la energía, la cual a su vez está unida a la tecnología. De esta manera, obtenemos tres niveles básicos de nivel de disponibilidad: Tipo I (10^16W), Tipo II (10^26W) y tipo III (10^36W). Más tarde, otros astrónomos extenderán la escala a Tipo IV (10^46W)y Tipo V (la energía disponible a este tipo de civilización sería igual a toda la energía disponible no sólo en nuestro universo, sino en todos los universos y en todos los tiempos).

La escala tiene un número de categorías (niveles de clasificación, o niveles de genialidad). En los últimos años, los científicos han expandido esta escala para medir civilizaciones hipotéticas: civilizaciones galácticas, intergalácticas y multiversales.

¿Estáis listos para descubrir hacia dónde se dirige la humanidad?


Tipo 0: Cultura Subglobal. 

Ésta civilización extrae su energía y materia prima de materia orgánica y recursos basados en ella como madera, carbón y petróleo. Los cohetes utilizados por esta categoría serán necesariamente propulsados por medios químicos. Como ésta forma de impulso es ridículamente pequeña, una civilización a este nivel estará confinada a su planeta de origen. Desafortunadamente, es donde nosotros nos encontramos. No hemos logrado siquiera acercarnos a la tipo I. El famoso físico Michio Kaku afirma que superaremos este periodo inicial como civilización en un periodo de 100 a 200 años.

Tipo I: Cultura Planetaria. 

Ésta es una especie capaz de consumir toda la energía producida en su sistema originario, recolectándola y almacenándola para responder a la demanda de su siempre creciente población. Esto significa que necesitaríamos aumentar nuestra producción 100.000 veces para alcanzar este estatus. De todas formas, ser capaz de consumir toda la energía de la tierra significaría tener control sobre las fuerzas de la naturaleza. ¡La raza humana sería capaz de tener la meteorología, los volcanes e incluso los terremotos bajo su voluntad! Al menos esa es la idea. Éste tipo de capacidades son algo difíciles de imaginar, pero comparadas con los avances aún por venir son tan sólo niveles de control primitivos, nada en comparación con las capacidades de sociedades de mayor nivel.

Tipo II: Cultura Estelar. 

Ésta podrá consumir la energía de una estrella al completo, no únicamente transformando su luz en energía, sino controlando el astro. Se han propuesto varios métodos para éste propósito, siendo el más popular la Esfera Hipotética de Dyson. Éste dispositivo, por llamarlo así, abarcará hasta la última pulgada de la estrella, recolectando la mayoría, si no toda, su energía y transfiriéndola a un planeta para su uso posterior. Otra alternativa podría ser la fusión (el mecanismo que alimenta una estrella), si es que la raza ha aprendido cómo controlarla: un reactor a grandísima escala podría utilizarse para satisfacer sus necesidades. Las gigantes gaseosas cercanas se utilizarán para recolectar hidrógeno, drenando lentamente su vida mientras un reactor orbita alrededor.




Colisión hecha por Sweetie187

¿Qué significa ésta cantidad de energía para una especie? Nada conocido podría destruir ésta civilización del Tipo II. Por ejemplo, si los humanos sobrevivieran lo suficiente para alcanzar este estatus y un objeto del tamaño de la luna entrase nuestro sistema solar y amenazara con colisionar con nuestro pequeño planeta azul, tendríamos la capacidad de vaporizarlo. Ó, si tuviéramos tiempo suficiente, podríamos cambiar la trayectoria de la Tierra para esquivarlo. Pero digamos que no queremos mover a la tierra… ¿Hay alguna otra opción? Sí la hay, porque tendríamos la capacidad de, por ejemplo, mover Júpiter u otro planeta de nuestra elección en el camino. Bastante útil ¿no? Ésta será también la etapa más parecida a lo que vemos normalmente en la ciencia ficción, con una federación planetaria como en Star Trek, o varias razas humanoides como en Mass Effect.

Tipo III: Cultura Galáctica. 

Hasta ahora, la evolución ha pasado de tener el control sobre el planeta hasta conseguir el de la estrella, que ha resultado en la capacidad de albergar la suficiente energía como para hacernos inmunes a la extinción. Ahora, con el Tipo III, donde la especie se convierte en viajeros galácticos con conocimiento sobre absolutamente todo sobre energía, nos convertimos en la raza predominante. En términos humanos, cientos de miles de años de evolución –tanto biológica como mecánica y tecnológica– desembocan en que los habitantes de ésta civilización Tipo III sean increíblemente diferentes de los humanos que conocemos hoy en día. Probablemente sean ciborgs (u organismos cibernéticos, con partes biológicas y robóticas), con los descendientes de los humanos convencionales convertidos en una subespecie dentro de esta sociedad altamente avanzada. Los humanos completamente biológicos sean probablemente vistos como discapacitados, inferiores o subevolucionados por sus competidores cibernéticos.

En este punto, habremos desarrollado colonias de robots capaces de autoreplicarse: su población podrá crecer en millones y se extenderán por toda la galaxia, colonizando una estrella tras otra, además de ser capaces de evolucionar el modelo de la Esfera de Dyson, encapsulando cada una de ellas y creando una gigantesca red que llevará la energía a cada planeta. Pero no todo serán ventajas para los Tipo III, ya que tendrán que enfrentarse con los límites que las propias leyes de la física les impone. En especial, la velocidad de la luz. Esto significa que, a no ser que desarrollen un Motor Deformador capaz o sean capaces de controlar los agujeros de gusano (dos teorías que hoy en día son ciencia-ficción), sólo podrían llegar hasta aquí.




Créditos: Alan Marscher et al.,Wolfgang Steffen, Cosmovision,NRAO/AUI/NSF

Tipo IV: Cultura Universal. 

Kardashev creía que una civilización Tipo IV era demasiado avanzada y no fué más allá de la Tipo III en su escala. Creyó que, probablemente, esa sería la capacidad máxima de expansión de cualquier raza. Muchos piensan así, pero algunos piensan que un nivel superior puede ser alcanzable (si es que existe un límite). Las civilizaciones Tipo IV serán capaces de recolectar y utilizar toda la energía del universo y con ello podrán acelerar su expansión o vivir dentro de agujeros negros supermasivos. Estas capacidades, impensables hoy en día, deberán vivir un desarrollo que incluirá el aprovechamiento de fuentes desconocidas de energía o leyes de la física aún por descubrir.

Tipo V: Cultura Multiversal.  

Sí, la Tipo V podría ser la siguiente era para la civilización, donde los individuos serán dioses, poseyendo el conocimiento para manipular el cosmos a su antojo, pudiendo trascender su universo de origen.

Es algo descorazonador que no hayamos alcanzado siquiera el Tipo I aún. Podríamos gritar algo alentador como ¡lo único que podemos hacer es ir hacia arriba! Aunque aún hay que tener en cuenta que una gran catástrofe (ya sea humana o no) pueda enviarnos de vuelta a la edad de piedra. Mientras tanto, deberíamos empezar con lo básico y más evidente: preservar nuestro pequeño planeta, acabar con las guerras y promover los avances y descubrimientos científicos.


Post original por Jolene Creighton y Joe Garland
Traducido por: Gonzalo García Aguirre
November 15, 2013

Indefinido - cap 2.1

Tierra 2.1: Los bajos mundos

Serie: RebornShip: Xanxus x TsunaAdvertencias / genero: SciFi, AU, yaoi.

Existían en el siglo XXX humanos que habían evolucionado por distintos experimentos de diversos fines, entre ellos curar enfermedades y alargar la vida. Tanto a ellos como a sus descendientes se les consideraba los más bajo de la sociedad por ser experimentos fallidos. Entre ellos también estaban algunos alienígenas que no mantenían forma humanoide de manera constante. El Rey de los Bajos Mundos era un hombre lobo por excelencia. Y conocido como Alfa. En aquellos momentos Xanxus tenía el poder y cuyos ideales eran aniquilar la actual monarquía y con ello la jerarquía de especies. 

Los lobos cambia forma eran una combinación de una raza extraterrestre con la humana hacia varios siglos. Ellos se emparejaban de por vida y reconocían a sus parejas por su olor pues tenían el sentido del olfato más desarrollado. Debido a los experimentos entre distintas especies de seres inteligentes había diversos tipos de cambia formas con los mismos patrones o afines. También existían otras criaturas como los vampiros, los elfos, demonios y otros tantos. 

A diferencia de los Altos Reyes, en el Bajo Mundo solo una persona tenía el poder por especie, su género era lo de menos. En estos barrios el género era considerado tan natural como nacer (si es que aún quedaba algo natural en ello…) El Alfa Xanxus ya estaba apareado con un cambia forma de gato común. Siempre que Xanxus subía al trono Tsuna lo seguía en su forma de gato y se dormía en sus piernas. A veces los gritos que Xanxus les dirigía a los guardias le despertaban pero para él ya era costumbre. 

Tsuna había llegado a las calles del Bajo Mundo en una jaula. Las personas que vivían bajo la sombra del Imperio Irken lo habían encerrado en su forma de gato y lo habían arrojado a la basura que iba a dar a las calles del Bajo Mundo. Y todo porque el intento ayudar en su forma humana a las personas que lo habían adoptado. Nunca le quiso decir quiénes eran a Xanxus pues como lobo era muy agresivo cuando amenazaban su territorio. 

Era una tarde lluviosa cuando un guardia se arrodillo ante el trono del Gran Salón donde Xanxus estaba sentado acariciando a Tsuna en su forma de gato anaranjado. 

– Mi Señor, las novedades que le traigo no serán de su agrado 
- ¿Qué podría ser tan malo? – dijo Xanxus con confianza y burlándose. 
- Los vampiros están planeando algo. Nos ha llegado la noticia de que piensan movilizarse hasta el Bajo Mundo. 
- No deberías creer todo lo que escuchas. Esos chupasangre no salen del Inframundo ni a tomar aire… - La mirada que Xanxus le dirigió al guardia fue una de “solo vienes a molestarme por eso”. Así que el guardia se apresuró a continuar – El Imperio Irken… 
- ¡Nos declaró la guerra! – Resonó por toda la sala la voz de un lobo de rango mayor mientras caminaba hacia el trono. El primer lobo al verse interrumpido se puso de pie, dio una reverencia y se hizo a un lado. 
- ¡¿Por qué lo harían Cornelius?! – Pregunto Xanxus al rubio. – No tiene sentido. Desde hace más de un siglo parece que no existimos para ellos – Xanxus se levantó de golpe, lo cual hizo que Tsuna se despertara asustando, afortunadamente cayendo de pie - ¡Somos su maldito basurero y ratas de laboratorio! ¡¿y tienen el descaro de declararnos la guerra?! ¿Por qué el Imperio Irken se tomaría esa molestia? 
- La hija mayor de los Reyes ha desaparecido… - siguió Cornelius 
- Y piensan que alguien del bajo mundo la tiene – concluyo Xanxus pensando con lógica.

Tsuna                                              Xanxus


domingo, 8 de junio de 2014

indefinido - cap 1-1

Tierra 1.1: El imperio Irken 

Serie: Invasor Zim
Ship: ZADR (Dib x Zim)
Advertencias / genero: scifi, AU, OC, mpreg, slash.



La monarquía de la Tierra la ocupaban los Irkens y eran ellos quienes escogían a la pareja real del Irken que subiría al trono…

Cinco años atrás Dib llevaba una vida despreocupada. Tenía un trabajo estable que le daba para sembrar su casa y para pagar los impuestos y facturas digitales (por más que pasaran los siglos había cosas que no cambiaban). Era un humano común en pocas palabras. Tenía una obsesión por lo extraño y paranormal. Los malditos Irken no se encontraban en su lista. En el siglo XXX los extraterrestres eran parte de la vida cotidiana. No así las criaturas sobrenaturales que existían a las afueras del Imperio Irken y que eran temidas por todos.

Una noche al entrar a su casa encontró un irken viendo el holograma que se posicionaba a la mitad de su sala y que transmitía esa noche la muerte del actual Król humano que había gobernado la Tierra al lado de su Reina. La raza de los irken pertenecía a la nobleza, se dijo Dib. ¿Por qué uno se aventuraba a entrar en los dominios de la clase media y más uno tan alto? No sabía si enojarse por la intromisión de aquella persona o sentirse alagado.

- ¡Hola humano! Tardaste mucho…- dijo el intruso mientras el holograma se apagaba automáticamente al escanear la interrupción.
- ¿Qué desea de mí, mi Más Alto? - pregunto Dib en tono burlón y con algo de enojo.
- Como ya sabrás el reinado de la última pareja real ha terminado. Es tiempo de escoger a otro humano para que la línea siga. Y como nuestra base de datos sugiere tu eres descendiente de la primera pareja real, además los niveles de compatibilidad con nuestro próximo rey son bastante altos. Por lo tanto has sido escogido.
- ¡¿Queee?!... olvídalo, mi vida está bien, tal vez no sea la mejor opción…
- Lamento decirte que no tienes opciones. La noticia saldrá mañana por la mañana y te casaras en tres días con quien se te ha asignado.
- ¡Jamás! – Grito colérico Dib – No tienen derecho a imponerme… - Un paralizador lo dejo inconsciente. El Alto Purpura y el Alto Rojo siempre hacían su trabajo juntos para desgracia de Dib.

Así fue llevado hasta la casa real para cumplir su destino. Lo recordaba bien, incluso fue amenazado con su padre y hermana si por alguna razón decía que no en el altar. Lo peor era que lo habían comprometido con un Irken varón, seguramente el otro corrió con la misma suerte que él. A pesar de que en las altas esferas descreían del género y la orientación sexual, este era una costumbre aún fuerte entre la clase baja y media baja…

Y en un abrir y cerrar de ojos habían pasado cinco años desde entonces. Se hubiera golpeado así mismo en otrora si le hubieran dicho que un día se iba a enamorar de un irken. Agradecía a los irken que lo hubieran puesto en el camino de Zim. Tenían dos hijos, una niña de piel humana, cabellos negros y ojos rojos de cuatro años y un bebé de casi un año que había heredado la piel de los irkens pero con cabello negro.

Dib estaba alimentado al bebé con biberón mientras Zim preparaba la maleta del niño para salir al parque cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe. Los soldados se arrodillaron y el más Alto Rojo entro...

– Disculpen mis mas Altos Reyes pero debo informales que Suly no está en el castillo.
- ¡¿Qué?! ¿Cómo que mi hija no está? – le dijo Zim. Él era muy protector con los niños pues había optado por llevarlos en su vientre...


                                         Dib                                                              Zim


Indefinido - introduccion - parte II

Breve historia del sexo, género y reproducción en la Tierra del siglo XXII al siglo XXVII. Texto tomado del Control Bibliográfico Intergaláctico.
(Introducción, parte II)


La explosión demográfica alcanzo su máxima expresión a mediados del siglo XXII. Los gobiernos de ese momento tuvieron que tomar decisiones que costaron la vida de muchas mujeres, hombres y sobre todo recién nacidos. Fue el infierno para la gente heterosexual que en aquel entonces era una población mayoritaria. En algunos países se convirtió en delito, en otros se penalizaba con cárcel no esterilizarse (muchos niños empezaron a ser sometidos a operaciones de este tipo antes de llegar a la pubertad como parte de la cartilla de salud) y solo a ciertas personas seleccionadas se les dejaba reproducirse.

Se hicieron muchas leyes: los libros de texto básico cambiaron, los libros de amor heterosexual y romántico fueron censurados y no aptos para todo público, las películas corrieron la misma suerte… ahora las empresas dominantes exigían autores que entretuvieran al público con historias de amor homosexual y confluente.

Con el paso del tiempo las naciones empezaron a cambiar su moralidad. El concepto “niño huérfano” dejo de existir. Y la frase “bebé no deseado” cobro un significado de terror. Sin tener el permiso para reproducirse la condena era la muerte de las personas involucradas. Las mujeres que no podían tener hijos estaban en la cumbre de su autoestima, de los deseos y de la sociedad. El significado de “mujer” empezó a cambiar alarmantemente.

A pesar de estas medidas la sobrepoblación continuaba pues quienes habían logrado escapar empezaron a refugiarse en lugares inhóspitos como cuevas e incluso submarinos de forma organizada. Había barcos que nunca tocaban tierra. Cuando se acercaban a un puerto solo mandaban pequeñas lanchas de manera clandestina y una nueva forma de contrabando nació.

Con el paso de las décadas muchos de ellos (pero no todos) fueron sometidos, los grandes barcos hundidos, las cuevas asfixiadas y las emergentes ciudades marinas bombardeadas. Mientras que aquellos que seguían órdenes habían cambiado las pautas sociales hasta entonces casi estáticas.

Bajo las leyes de tener poca descendencia  la monogamia heterosexual, principalmente, perdió su estatus moral. Se consideró indeseable, monótona y poco estable. Se animó a la gente a casarse de forma grupal. Entre más grande el matrimonio más respeto adquirían los integrantes del mismo y más poder económico ostentaban. Los más populares, venerados y deseados eran los matrimonios homosexuales y bisexuales en donde una o más mujeres se casaban con varios hombres superándolas en número pues la tasa de natalidad era reducida drásticamente puesto que una persona preñada no puede volver a quedar preñada en un lapso de tiempo conveniente.

Aquellos en donde uno o más hombres se casaban con varias mujeres superándolos en número fueron perseguidos y penados. Se consideraron matrimonios prehistóricos del siglo XX. Algunos de ellos abogaron y daban pruebas de que ellos se habían esterilizado antes del matrimonio en cuyo caso se perdonaban sus faltas pero la sociedad seguía tachándolos.  

El número de hijos por matrimonio era una condición innegociable. La esterilización una muestra de “buen ciudadano”,  por lo tanto el aborto mostraba descuido y era deseado. Y si lograba nacer y era un número de más en la familia existían dos opciones: ser reivindicado o asesinado. Los embarazos fuera del matrimonio seguían estas normas y las personas eran obligadas a casarse con una familia grande o años de cárcel. Sin embargo, estos últimos casos ocurrían solo en las localidades donde los servicios de salud no eran accesibles tan fácilmente.

La tasa de natalidad indicaba que cada día nacían más mujeres que hombres para alivio de muchas personas (puesto que ellas se reproducían más lento que ellos). Y entonces surgió la pregunta ¿Por qué penalizar los matrimonios y la diversidad de nuestras relaciones amorosas y sexuales si la naturaleza es sabia?  En las academias los debates éticos y morales eran la comidilla de cada día.

Lo cierto es que el papel de la mujer como matriarca empezó a cobrar fuerza. Ellas decidían quien entraba en el matrimonio ya fuera como co-espos@ o como espos@... Y así, por fin, la sobrepoblación empezó a menguar en una población que desesperadamente buscaba igualdad en las nuevas morales.

Cuando la humanidad se encontró con otras especies extraterrestres en el siglo XXV la guerra y la hambruna se desataron a nivel global y tres cuartas partes de la humanidad y otras especies del planeta desaparecieron. Cuando la guerra de los cien años termino el Imperio Irken se estableció. Entonces corría el siglo XXVI terrestre.

Fue este genocidio el catalizador para que las ideas sexuales y de género volvieran a cambiar. El viejo termino pansexual se rescató de entre otros similares y se introdujo en la cultura dominante. Cobro un sentido más amplio al mezclarse con dos especies de tecnología superior.

Los matrimonios grupales poliandricos dejaron de ser la norma y surgieron los matrimonios geométricos y lineales. La monogamia también vivió una época de reivindicación social y los heterosexuales “duros” salieron del closet. Para el siglo XXVII la humanidad y los irken se encontraron con infraterrestres y humanoides “sobrenaturales” y una mezcla de culturas y especies continuo. Y una vez más el género sufrió una modificación masculinista. Debido a que algunos irken y humanoides machos podían quedar embarazados, muy pronto, hacia finales del siglo XXVII el embarazo masculino en los humanos XY se hizo realidad...


Ipca
(Mayo 2014)




Imagen de la película: "Cuando el destino nos alcance" (1973)




Indefinido-Introducción-parte1

Crónicas de un visionario
(Parte I)


Corría el año 2920 en un planeta llamado Tierra. Sus habitantes eran prósperos a pesar de que sus antepasados habían enfrentado inmensos problemas de origen natural. La política planetaria había cambiado 600 años atrás para dar paso a una política preocupada por la sobrevivencia de la raza humana. Así se pudieron consolidar muchos proyectos espaciales y se logró coloniza Marte, seguido de Europa, Mercurio, Venus y Júpiter.

A pesar de todos los obstáculos, en tan solo seis siglos la especie humana dejo de ser una civilización de tipo cero para convertirse en tipo uno pues habían logrado superar la barrera tecnología con aquel cambio de mentalidad entre sus múltiples líderes. Ahora podrían predecir con exactitud terremotos, huracanes, tornados, tormentas, erupciones, frentes fríos y defenderse contra amenazas externas como los asteroides.

Las biociudades eran lugares donde las frutas y verduras se sembraban en las distintas casas y de los edificios colgaban gigantescas enredaderas con maravillosos tipos de flores, mientras que los frondosos árboles separaban los cruceros de las grises carreteras.

La humanidad había logrado extender su longevidad de múltiples maneras hasta alcanzar los quinientos años (puesto que a esta edad el cáncer atacaba el organismo de forma seguida a pesar de ser erradicado múltiples veces). Ahora los niños convivían con sus decabuelos (el décimo abuelo) de aspecto joven a sus cuatrocientos años.

Los controles farmacéuticos de natalidad eran infalibles y la tecnología de la reproducción permitía tener a los hijos de muchas maneras: desde el vientre o en incubadoras artificiales. El embarazo masculino era muy común y popular entre los ciudadanos. Las nociones orientación sexual se habían desvanecido casi por completo (en las clases bajas y medio bajas los prejuicios eran mayores que entre las demás clases sociales) y las de género persistían de forma distinta. A pesar de ello, era una acrópolis de la diversidad como la humanidad nunca había visto en donde los sordos escuchaban y los ciegos veían, si querían.

Algunas razas extraterrestres habían logrado arribar a la Tierra 400 años antes. Se habían involucrado en la vida de los habitantes de la Tierra de tal manera que al siglo se instauro una monarquía de Rey-Reina más su pareja sexual a la cual se le conocía como Král (rey en turco o azerí) si era hembra o Król (rey en polaco) si era macho. En este acuerdo por lo menos uno de los integrantes de la pareja tenía que ser humano.

Ipca 
(Vura 5, García Orozco Citlalli Berenice) 
Abril 2014